En muchas ocasiones nos hab´´eis llamado para preguntarnos cómo surgió Cuipal (www.cuipal.es) y cómo hicimos para crear este equipo tan maravilloso que tantas satisfacciones nos da.
En el sistema público hay pocas plazas disponibles para trabajar como médico de Cuidados Paliativos, y tras haber rotado con Almudena en el equipo de la AECC diez años atrás, quedé enamorada del trabajo, de su manera de hacer y de la atención a pacientes en domicilio.
Comencé mi formación en paliativos a la vez que trabajaba en Urgencias y a lo largo de mas de diez años, logré realizar una amplia formación en dicha especialidad, tan poco reconocida y tan desconocida.
Pero la atención en Urgencias a este tipo de pacientes no saciaba mi necesidad de trabajar en este campo, así que, en mi cabeza rondaba la idea de un equipo de cuidados paliativos domiciliario de carácter privado. Buscando en la red, sólo encontraba este tipo de equipos pertenecientes a hospitales de carácter privado.
Pero no desistí en la idea, así que, tras plantearle la idea a Almu, mi actual compañera, ella, sólo pudo responder sí a mi propuesta y comenzamos la dura tarea de crear un equipo médico, que, hasta el momento, no existía en España.
Fue un año muy difícil y complicado, de mil papeleos y requerimientos necesarios, para que Sanidad nos diera permiso para iniciar la atención paliativa a pacientes en situación paliativa de enfermedad en Almería y para conseguir el NICA. (He de decir que, si quieres montar una clínica de estética, es infinitamente más sencillo y rápido que lo nuestro😉).
Tras un año de idas y venidas, papeleos y demás permisos necesarios, montamos una clínica con nuestra sala de espera incluida, con un depósito de medicamentos y archivo de historias clínicas, y nos constituimos como el primer equipo de cuidados paliativos domiciliario independiente (que no pertenece a ningún hospital) de España.
Así contado, suena muy idílico, pero la realidad, es que darse a conocer como un equipo de médicos, de la especialidad (no oficial aún) de paliativos, de la que nadie quiere oír ni hablar hasta que no le toca de cerca….
Complicado, sí, pero no imposible, somos muy constantes, (muy pesadas dirán algunos), pero creemos en la necesidad absoluta que tienen los pacientes y sus familias de tener una atención de calidad en sus domicilios, si así lo desean. Así que, nos empezaron a llegar pacientes, con cuentagotas, y la satisfacción, tanto de ellos como la nuestra fue fantástica.
Empezamos a hacer entrevistas en radio, prensa y televisión local, que se hacían eco de nuestra labor. Íbamos rodando, y justo en ese momento, nos llegó la “Pandemia” y las restricciones de todo tipo, que nos hizo parar un poco el ritmo.
En todo ese tiempo de crisis, no paramos de trabajar. Fuimos adaptando nuestra forma de trabajar a los requerimientos del momento, siempre respetando los miedos ajenos, e incluso los propios, siempre sin olvidar que, la enfermedad no daba tregua a los pacientes y que seguían necesitando a personas que los atendieran en el domicilio.
Tras este enlentecimiento del ritmo, y tras algunas otras circunstancias laborales ( como por ejemplo unas oposiciones para una plaza fija en el sistema público que nos sigue dando la oportunidad de realizar nuestro sueño en el sistema privado) , hemos vuelto con más energía que nunca y con ganas de dar mucho que hablar de los Cuidados Paliativos, sensibilizar y seguir contribuyendo a la formación de profesionales sanitarios, para contribuir a que cada día los pacientes en situación paliativa de enfermedad estén mejor atendidos.